fbpx

La cultura se come a la estrategia en el desayuno

cultura y estrategia

La cultura se come a la estrategia en el desayuno

Estos 13 años como empresario + algunos previos como director de operaciones de una empresa española, he venido madurando ideas que parecen a veces, sacadas del foco tradicional, como que «los clientes nunca tienen la razón», «Los empleados son más importantes que los clientes«, ahora vengo con algo que pocas veces es realmente atendido con el mismo rigor que la finanzas de la empresa: La Cultura Organizacional, seguramente has escuchado hablar de la relevancia de una buena cultura dentro de tu empresa, ¿verdad? Sin duda, esto es algo que todos los empresarios deben considerar a la hora de tomar decisiones, pues los ayuda a crear un buen ambiente de trabajo, elegir ciertos objetivos sobre otros y preferir buenas prácticas en los equipos. Estas consideraciones, a su vez, deben atender a las tendencias y el comportamiento social del contexto en el que se desarrolla una empresa en particular.

La Cultura Organizacional siempre existe, cuando escucho afirmaciones como «debemos crear la cultura organizacional» creo que están en un error. TODOS los negocios tienen una cultura organizacional, buena o no, está ahí, que hay que trabajarla, claro, que hay que definirla, por supuesto, considero que hay que trabajarla a la par con la estrategia, puesto que se convierte en uno de los bastiones para que ésta logre llevarse a cabo con éxito. Decidir a dónde queremos llegar, y a veces hasta cómo lograrlo siempre será un ejercicio incompleto si no se tiene en cuenta a las personas, qué tipo de personas, qué tipo de comportamientos y qué tipo de acciones serán requeridas y necesarias para que, de forma visceral e intrínseca surjan de forma natural, puesto que, si hay que forzarla, nunca dará el resultado esperado.

 

Esta premisa la afiancé al implementar CMMI en una de mis empresas, entendiendo desde el modelo de gobernanza, la importancia no sólo del compromiso de la gerencia en las iniciativas y estrategias planteadas, sino también la importancia en el entendimiento de cada miembro de la empresa sobre su misión y el impacto que sus actividades logra tener en la consecución de los objetivos estratégicos de la organización.

 

Esto trae consigo muchos desafíos, cómo lograr el equilibrio entre la exigencia y el bienestar, cómo un KPI como el índice de rotación del personal, se volvió esencial en el día a día de la organización, una preocupación sin precedentes, más en mi rubro (Software y Tecnología) en donde el talento y el mercenarismo se volvieron el pan de cada día, y conozco muchos empresarios, clientes, colegas y amigos, que se dejan llevar por el temor del abandono, preocupados más porque la gente no renuncie, que por el grado de sus aportes a la consecución de los objetivos de la empresa. Es por esta razón, que mi afirmación cobra sentido, si la cultura no es la correcta, se va a comer cualquier iniciativa, inversión, proyecto y demás que se haya echado a andar en la empresa desde la estrategia, lamentablemente, la ejecución de la estrategia, no sólo depende de qué tan buena sea o si ha contemplado todas las aristas, incluyendo, estos terceros que no se pueden controlar (empleados).

cultura y estrategia

¡Absolutamente! La frase «La cultura organizacional se come a la estrategia en el desayuno» es un aforismo poderoso que invita a una profunda reflexión sobre la dinámica entre la cultura y la estrategia en las organizaciones.

La célebre frase atribuida a Peter Drucker, «La cultura se come a la estrategia en el desayuno», encapsula una verdad fundamental sobre la dinámica interna de las organizaciones. Si bien la estrategia traza el rumbo a seguir, la cultura organizacional, esa amalgama intangible de valores, creencias, normas y comportamientos, es la fuerza que impulsa o frena su ejecución.

 

¿Qué significa que la cultura se «coma» a la estrategia?

 

Imaginemos una estrategia como un mapa detallado que guía a una empresa hacia su destino. Sin embargo, si la cultura organizacional no está alineada con ese mapa, los empleados pueden sentirse desorientados, desmotivados o incluso sabotear los esfuerzos estratégicos. La cultura es como el terreno sobre el que se despliega la estrategia: si el terreno es accidentado y lleno de obstáculos, la mejor estrategia puede quedar enredada en sus propias complejidades.

Por ejemplo, una empresa que busca innovar de manera constante puede verse obstaculizada por una cultura que premia la estabilidad y la aversión al riesgo. Los empleados, arraigados en esta cultura, podrían resistirse a nuevas ideas o proyectos que impliquen salir de su zona de confort. En este caso, la cultura se «come» a la estrategia de innovación antes de que esta pueda siquiera despegar.

 

Los Componentes de la Cultura y su Impacto

 

La cultura organizacional se compone de múltiples elementos interrelacionados:

  • Valores: Son los principios fundamentales que guían las decisiones y acciones de la organización.
  • Creencias: Son las percepciones compartidas sobre lo que es verdadero o falso, correcto o incorrecto.
  • Normas: Son las reglas implícitas y explícitas que gobiernan el comportamiento de los miembros.
  • Comportamientos: Son las acciones observables que reflejan la cultura.

Cada uno de estos elementos puede influir en la forma en que se implementa la estrategia. Por ejemplo, si los valores de una empresa enfatizan la competitividad individual, puede ser difícil fomentar la colaboración necesaria para proyectos estratégicos que requieran un esfuerzo conjunto.

La Importancia de la Alineación

 

Para que una estrategia tenga éxito, es crucial que esté alineada con la cultura organizacional. Esto implica:

  • Comunicación clara: Los líderes deben comunicar de manera efectiva la estrategia a todos los niveles de la organización, asegurando que todos comprendan su importancia y su papel en ella.
  • Modelaje de comportamientos: Los líderes deben ser modelos a seguir, demostrando con sus acciones los valores y comportamientos que se esperan de los demás.
  • Fortalecimiento de los valores: La cultura organizacional debe reforzarse continuamente a través de diversos mecanismos, como la formación, los reconocimientos y los rituales.
  • Gestión del cambio: Si es necesario cambiar la cultura para alinearla con la estrategia, los líderes deben implementar un proceso de cambio cuidadosamente planificado y comunicado.

Ideas adicionales para profundizar:

 

  • El papel de los líderes en la construcción de la cultura: Los líderes como modelos a seguir y su influencia en la creación y mantenimiento de la cultura.
  • La cultura organizacional como ventaja competitiva: Cómo una cultura fuerte y alineada puede diferenciar a una empresa de sus competidores.
  • Los desafíos de cambiar la cultura organizacional: Las resistencias al cambio y las estrategias para superarlas.
  • La cultura en diferentes tipos de organizaciones: ¿Existen diferencias en la cultura de las empresas startups, las corporaciones multinacionales, las organizaciones sin ánimo de lucro?

Ejemplos de preguntas que pueden orientar la investigación:

 

  • ¿Cómo se manifiesta la cultura organizacional en el día a día de una empresa?
  • ¿Qué papel juegan los rituales, los símbolos y los mitos en la construcción de la cultura?
  • ¿Cómo se puede medir la cultura organizacional?
  • ¿Cuáles son las principales barreras para alinear la cultura con la estrategia?
  • ¿Qué herramientas y técnicas pueden utilizarse para gestionar el cambio cultural?

 

Recursos adicionales:

 

  • Libros: «La cultura come estrategia» de Peter Drucker, «Built to Last» de Jim Collins y Jerry Porras.
  • Artículos académicos: Revistas como «Academy of Management Journal», «Journal of Organizational Behavior».
  • Estudios de caso: Análisis de empresas que han tenido éxito o fracaso en la alineación de su cultura con su estrategia.

En Conclusión

 

La cultura organizacional es un activo intangible pero poderoso que puede hacer o deshacer una estrategia. Al reconocer la importancia de la cultura y trabajar activamente para alinearla con los objetivos estratégicos, las organizaciones pueden aumentar significativamente sus probabilidades de éxito. La frase «La cultura se come a la estrategia en el desayuno» nos recuerda que la cultura no es un lujo, sino una necesidad para cualquier organización que aspire a alcanzar sus metas a largo plazo.

¿En qué aspectos te gustaría profundizar más?

 

Podemos explorar temas como:

  • Casos de éxito y fracaso en la alineación de cultura y estrategia.
  • Herramientas y técnicas para gestionar el cambio cultural.
  • El papel de los líderes en la construcción de una cultura fuerte.
  • La influencia de la cultura en la innovación y la adaptabilidad.

1 Comment

  • thedeadlines
    15/09/2024

    Normally I do not read article on blogs however I would like to say that this writeup very forced me to try and do so Your writing style has been amazed me Thanks quite great post

Deja un comentario

Abrir chat
Hola
¿En qué puedo ayudarte?