¿Cuál es el sentido de la vida?
Quizás tú sientes que el dinero, el poder, o encontrar a tu pareja puede ser el sentido de tu vida.
O quizás buscas el sentido de tu vida en las opiniones y en la búsqueda de aprobación de tus amigos, tus padres, etc., pero siempre acabas sintiéndote igual: con una sensación interior de desesperanza y vacío.
Pero lo más interesante, es que el sentido de tu vida lo sientes, por primera vez, cuando sufres un gran estremecimiento emocional o está en peligro tu vida.
Es, en esos momentos, cuando todo aparece tan claro como si, después de una tarde con neblina, ésta se disipara y apareciera el sol, reluciente, ante tus sorprendidos ojos.
¿Haz hecho alguna vez el experimento de visualizarte en tu propio funeral? ¿De imaginarte el recuerdo que deseas dejar en tus amigos y tu familia?
Si no lo has hecho… imagínate por un instante, que hay una tumba, que estás asistiendo a un funeral… y que abres la tapa, para ver a la persona que está dentro… ¡y para tu sorpresa… ¡eres tú mismo!
Es tu propio funeral.
¿Por qué deseas que te recuerden las personas que están asistiendo a tu funeral?… piensa por un instante…
Ahora, ¿Qué te hubiera gustado haber logrado? ¿Haber experimentado?… piensa por unos instantes…
Para mi, resultó curioso que en lo que yo imaginé más en este ejercicio, es en el amor… en los detalles aparentemente “tontos” de la vida: en mi pequeña hija, pícara y encantadora… en los hermosos momentos que pasé con mis parejas… y en los instantes en que serví a alguien y lo ayudé… me resultó asombroso darme cuenta que no me pasó por ningún instante el concepto monetario… ni pensé en carros, casas, propiedades… nada de eso, estoy seguro que mis allegados me recordarían por las aventuras que compartimos o les conté y las largas platicas, risas escandalosas y anécdotas que afloran.
¿Qué es lo que te regocija a ti? Pueden ser pequeñas cosas, desde caminar en un atardecer de lluvia, acampar, escuchando el suave trino de los pájaros y peculiar sonido de los grillos al anochecer.
Llenarse los pulmones hondamente con el frescor y el aroma a árbol mojado y hierba…
Y contemplar la luna en la noche, en la calle, ya casi sin gente.
Quizás disfrutar de la compañía de una amiga, llenarme de su sonrisa y del brillo de su mirada… de tener entre mis brazos a mi pequeña hija… ¡en fin!
Los niños y las mascotas (en especial los perros) no entienden el concepto del rencor. Puedes insultarlos y pelear con ellos, pero al rato están como si nada. Y no fingen.
Es que así es la naturaleza de ellos.
Y tienen una capacidad inagotable para jugar y hacer cosas… ¡y ser felices!
Reflexioné, que toda mi lucha interior… ¡está enfocada a volver a ser niño!
¡Tener la alegría y espontaneidad de un niño!
¡Aprender a perdonar y olvidar como un niño!
¡Tener la terquedad para conseguir lo que quiero, como un niño!
Y por fin entendí aquella frase de Picasso: “A los 10 años ya pintaba como uno de los grandes del Renacimiento… ¡pero tarde otros 50 para volver a pintar como un niño!”.
Entonces, ¿Cual es el sentido de la vida? Para mí, es vivir permanentemente en el presente, disfrutando de todo, obedeciendo a los impulsos de mi corazón (y eso que suelen ser bastante descabellados)… y haciendo lo que me hace más feliz, en cada momento.
Sabes? Quizás hoy yo debería estar muerto. Si.
Estos últimos tiempos en mi vida todo ha estado revuelto, fuera de sitio pero nunca he estado fuera de foco, cosa que me sorprende ya que en duras circunstancias he logrado mantenerme ecuánime. Ya después de la experiencia me pregunté ¿Cuántas cosas inconclusas hubiera dejado de mi vida sin hacer? ¿Cuántas personas que quiero y amo nunca se los expresé? ¿Cuántas personas que me aman, o amaron nunca me lo dijeron y yo jamás lo sabría?
Como fiel seguidor de mis instintos y amante de la autenticidad, creo en las realidades de la vida y en perseguir la felicidad… Considero que la vida está llena de caminos y puertas por recorrer y abrir. Pero la interrogante siempre será, si la puerta o el camino que tomamos es el/la correcto/a y es el/la que tenemos predestinado/a para nosotros mismos?
Es imposible tener la respuesta correcta a esto, ya que los seres humanos, nos llevamos de la situación o la ocasión que se nos presenta en el momento… Para esto creo firmemente en que la decisión que tomamos es la adecuada, siempre y cuando seamos íntegros con nosotros mismos y no afectemos a nadie con esto.
Hace unos días recibí un escrito de una persona, este me llego en el momento justo, ya que estaba atravesando por una situación. Este problema, me hizo disminuir mi capacidad de respuesta a las adversidades y me hizo vulnerable para afrontar las envestidas que se me venían encima en ese momento. Este escrito lo hice parte de mi rutina diaria, mi credo, mi nuevo sentido vida. Comparto con ustedes las mismas, ya que si creemos en algo con fuerza seguro que lo alcanzamos….
“Prométete”
Ser tan fuerte que nada pueda perturbar tu paz mental.
Hablar sano, con alegría y prosperidad a cada persona que conozcas.
Hacer que todos tus amigos sientan que hay algo que vale la pena en ellos.
Ver el lado positivo de todo y haz que tu optimismo se haga realidad.
Pensar sólo en lo mejor, trabajar sólo para lo mejor y esperar sólo lo mejor.
Ser tan entusiasta con el éxito de los demás como tú eres con el tuyo propio.
Olvidar los errores del pasado y seguir adelante para alcanzar las metas del futuro.
Usar una expresión alegre en todo momento y dar una sonrisa a todos los seres vivos que conozcas.
Dar tanto tiempo para mejorarte a tí mismo, que no tengas tiempo para criticar a los demás.
Ser demasiado grande para las preocupaciones, demasiado noble para la ira, demasiado fuerte para el miedo y demasiado feliz para permitir la presencia de problemas.
Pensar bien de ti mismo y proclamar este hecho al mundo, no en voz alta, pero si en grandes obras.
Vivir con fe de que todo el mundo está de tu lado, siempre y cuando seas fiel de lo mejor que hay en ti.
Además, es importante saber recibir estas cosas que estamos deseando. Como nos dice Rhonda Byrne en su libro “El Secreto”; No es solamente desear las cosas, pues quizás tenemos las herramientas y estamos preparados para ello… Es saber recibir lo que pedimos.
Concluyo mis líneas, afirmando que el verdadero sentido de la vida… se lo damos cada uno de nosotros con nuestros actos y pensamientos. Somos protagonistas y villanos en nuestras historias, salimos con éxito y derrotados de nuestras batallas y surcamos los caminos abriendo nuestras puertas, para así de esta manera, dejar nuestras propias huellas y un legado en nuestras propias vidas…
Para finalizar sólo me resta decir que debemos siempre tener la disposición para amar y ser feliz. Tengo muchos sueños por cumplir y espero que tú también los tengas.
Me despido.
¡Exitos!