Los obstáculos, pruebas a nuestro proyecto de vida.
Existe un refrán muy popular: “Tras la tormenta llega la calma”. La vida está llena de experiencias buenas y malas, aunque éstas últimas, por paradójico que resulte, son las que más huella dejan en nuestra conciencia. Sin embargo, hay etapas en nuestra vida que parece que se agrupan y nos abruma el hecho de tener que resolver percances de diversas índoles en un mismo período de tiempo, pensamos en que «se ha juntado todo».
En lo personal pienso que es una forma de forjar nuestro carácter y a su vez medir el foco que tenemos hacia nuestros objetivos primarios y cuán estamos dispuestos a sacrificar y dejar en el campo de batalla para conseguirlos. La mayoría abandona no por falta de valentía o fuerza, simplemente no era tan importante eso que estaba buscando. A lo largo de esta última década de mi vida pienso que han ocurrido muchas cosas positivas, pero también grandes retos, terribles problemas que en ciertos momentos me hacían sentir ahogado, y la falta de aire nos hace sentir fatigados y así es difícil continuar.
Un obstáculo es algo que temporalmente nos impide realizar en ese momento un objetivo o alcanzar una meta. En muchas ocasiones este obstáculo nos paraliza, hace que nos frustremos y que no deseamos continuar con nuestro proyecto. Sin embargo, esto va a depender de nuestra personalidad, experiencias de vida, tolerancia a la frustración y creatividad.
Cuando la vida nos da un golpe merecido o no, inmediatamente pasado el malestar instantáneo de dolor o rabia pasamos a pensar y a cuestionarnos si estamos o no, equivocados.
¡Equivocarse es parte de alcanzar tus sueños!
Cuando enfrentamos un problema lo primero que experimentamos es tristeza y desaliento, pero, ¿por qué?
Franco señala que esto se debe a que “es algo que no sabemos cómo manejar o como resolverlo, esto implica un esfuerzo o desequilibrio para poder adaptarnos a la nueva situación. Si no nos hemos expuesto, puede que nos cueste mucho trabajo adaptarnos y planear nuestra formas de llegar a la meta”.
Sin embargo, todo depende de cómo se desee ver. Por ello pienso en estas 8 claves que te ayudarán no sólo a superarlos sino a hacer los obstáculos elementos para el éxito.
- ¡El mundo cambia! Estar consiente que todo está en movimiento, nada es estático.
- ¿Cómo lo ves? Un obstáculo es una oportunidad para cambiar o modificar lo que estamos haciendo, para que salgan mejor las cosas.
- No es malo. Confiar que ese obstáculo nos invita a movernos y será para nuestro bien.
- ¡No cambies de opinión! Replantearnos las metas en pequeños objetivos para así alcanzarlos poco a poco o ir modificando de acuerdo a los obstáculos que se nos presentan, sin perder de vista nuestra meta.
- Ser realista. No pongas metas muy grandes o largas o peor inalcanzables ya que estas de entrada serán un obstáculo que te llevará a una gran frustración.
- Sí lo puedes hacer. Medir y reconocer los logros que vamos obteniendo de nuestros objetivos cortos.
- El cambio empieza por ti. Ser flexible, para poder cambiar la manera de hacer las cosas y para tener la actitud para poder poner en práctica cosas nuevas.
- Más allá. Ser creativo para poder ver muchas formas de alcanzar los objetivo cortos y entre más opciones de resolver tengas, menos frustraciones tendrás.
No se puede evitar la frustración y tristeza, pero sí manejarlas. Son sentimientos que todos los seres humanos tenemos, pero no debemos de permitir que estos nos dominen, por el contrario deben ser el trampolín para ser creativos, flexibles y ver el obstáculo como una oportunidad para hacer un cambio.
En lo personal me funciona mucho que luego de la respectiva llorada y madreada a las paredes, de las cuales son testigos mis 5 perritos, me seco las lágrimas y comienzo a revisar qué debo cambiar, cómo salir del atoro a corto plazo y qué debo definitivamente evitar hacer en futuras ocasiones para no volver a pasar ese trago amargo, que queramos o no, están a la orden del día en nuestro cotidiano y la mayoría de las veces fuera de nuestro control.
Para terminar recuerda siempre que lo que estás haciendo y soportando es por un objetivo, por un bien mayor y esa debe ser la única fuerza que te mueva a continuar, tus sueños.