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Luego de diez años de teletrabajo, esto puedo decir sobre los mitos y realidad de trabajar desde casa - Juan Carlos Abaunza
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Luego de diez años de teletrabajo, esto puedo decir sobre los mitos y realidad de trabajar desde casa

«¿Trabajas desde casa? ¿Pero eso se puede hacer? ¿Y te pasas en pijama todo el día? Qué genial, así no tienes que madrugar y puedes hacer lo que te dé la gana». Si alguno teletrabaja o eres freelance, es probable que hayas escuchado esas frases más de una vez cuando explicas a qué te dedicas. El teletrabajo en Colombia es todavía un concepto un poco exótico, y aunque cada vez se va extendiendo más, perviven aún bastantes mitos erróneos e ideas preconcebidas que no siempre se ajustan a la realidad.

Para resumirles la historia, luego de haber transitado por empleos habituales para un universitario (mesero en discoteca, bartender, digitador, asesor comercial entre otros) y por fin lograr como profesional entrar al mercado laboral una vez graduado, me aburrí muy rápido de lo mal pagados que somos los ingenieros en este bello país. más aún cuando no eres ingeniero de petróleos, ni de sistemas, ni civil, ni industrial ni ninguna otra que la «nerd» ingeniería electrónica. Entonces decidí aplicar a una oferta en un portal de empleos para «teletrabajar» con una firma española, con un buen sueldo (que para ellos no alcanzaba a cubrir mi perfil en su país (España) y para mi era un salario excelente, mejor que el de las empresas locales y con la posibilidad de trabajar en la casa. ¡Que Ganga! tanto así que como colombiano que se respete desconfían de algo tan bueno y bonito que no dan tan seguido.

En esa época, hablamos del año 2.007 en Colombia a duras penas teníamos internet y un teléfono muy alejado de ser un smartphone y por internet abundaban las estafas, las pirámides y los multiniveles, ninguna apetecible para mi, ya que bastante me había costado en esfuerzo haber estudiado en una de las mejores universidades públicas del país una carrera poco convencional y que nunca está de moda y que por cierto (con el respeto de las poquísimas compañeras mujeres que tuve) no es la carrera más fashionista que una universidad podría tener.

En cualquier caso, decidí aplicar, pasé las pruebas para un cargo de ingeniero analista de proyectos en una firma de domótica y automatización en San Sebastian España, y fuí contratado con un salario en Euros que se volvían una fortuna en pesos colombianos, trabajando desde casa aunque lo único que no era flexible era el horario, lo tenía de 2 a.m. a 12 p.m. Hora Colombia para empatar con el horario laboral español.

Allí trabajé 4 años, aprendí mucho sobre las TIC y esta forma de trabajar, efectivamente NO fué una estafa y logré terminar en una posición más cómoda como ingeniero de proyectos sin importar que todas mis tareas las realizaba a un océano de distancia.

Después de todos estos aprendizajes y la experiencia como tal de esta forma de trabajar decidí incursionar en el mundo empresarial, en el cual, con todos los retos que ésto representa en un país como el nuestro, llevamos 6 años en el mercado, orgullosamente teletrabajando, brindando la oportunidad de empleo a personas en distintas partes del territorio, con presencia en 6 países (y contando) y con la creación de 3 marcas más y el desarrollo de 3 startups que están en proceso, todo esto se ha logrado desde casa.

De qué hablamos al hablar de teletrabajo

Algunas leyes y definiciones locales y globales sobre este asunto lo describe como un tipo de prestación, que utiliza las tecnologías de la información y la comunicación on line con el empleador y/o el cliente, y se realiza desde lugares remotos o alejados de la empresa u organización, con la que se tiene vínculos contractuales. Es una opción que busca una mejor conciliación de la vida laboral y familiar y que fomenta que el trabajador cumpla unos objetivos, ¿pero cómo es la realidad del trabajo desde casa?

Las ideas preconcebidas más comunes

"Seguro que desde casa trabajas menos"

«Creo que la gente tiene dos ideas preconcebidas principales. Una, desde casa no se trabaja. Mucha gente dice “qué bien, si no está mirando el jefe, no trabajarás mucho”, se explican casi todos los desarrolladores web, de software y apps que tiene mi empresa, que trabaja desde Colombia para empresas con sede en varios países entre los cuales está Españ, México, Perú, Ecuador, Estados Unidos. También nuestras diseñadoras gráficas, coinciden en que es uno de los mitos más habituales:

``En general, parece que la gente piensa que es menos trabajo si estás en casa. A algunos les cuesta entender que puedes estar estresado o tener un día muy malo si trabajas a distancia. También es frecuente que asuman que estás disponible durante tu horario de trabajo para “hacer alguna cosa” en casa o ir al banco, y similares. Pero eso no es teletrabajo, es multitarea, u horarios flexibles``.

Todos coinciden en que uno de los grandes peligros del teletrabajo es que nunca terminen de trabajar.

Entre los aspectos negativos del teletrabajo, está que «requiere mucha más disciplina y autocontrol. Estás muy cerca de la cocina, por lo que es muy fácil dar paseos de vez en cuando a picar algo. También es fácil perder la noción del tiempo y darte cuenta que ya terminaste y debes dejar de trabajar»

"No tienes que madrugar, qué bien"

En un artículo sobre teletrabajo publicado en El economista, Arancha de las Heras, directora general del Centro de Estudios Financieros, explicaba que «aunque teletrabajar nos remita instantáneamente a un ideal de flexibilidad absoluta en el que cada empleado hace y deshace a su antojo, lo cierto es que para que sea efectivo el teletrabajo dista mucho de ser así. Y es que no se puede pasar de trabajar en una oficina a hacerlo en el propio domicilio sin adoptar algunas medidas».

Entre ellas figura marcarse una rutina, un horario de trabajo.

Procurar bañarse y vestirse como si fuera a salir ayuda a mantener una conducta responsable y no pensar que por el hecho de estar en la casa no estás trabajando.

"¿A que trabajas en pijama?"

Asociadas a todas estas ideas de que si trabajas en casa tienes tiempo para hacer otras cosas o puedes dormir todo lo que quieras, está la clásica pregunta de «¿trabajas en pijama?». «La realidad es que no, al menos yo no lo hago. Yo por las mañana me cambio y trabajo con ropa cómoda, pero no en pijama. Sin embargo, debo reconocer que a veces lo hago, aunque tengo un truco: «me levanto y me ducho, pero me pongo otro pijama».

Lo mejor y lo peor del teletrabajo

Para quienes cambian ir todos los días a la oficina por trabajar desde casa, o en remoto, es una opción que tiene tanto sus ventajas como sus inconvenientes.

Para los teletrabajadores, hay algunas claras ventajas. Aunque esto difere según las personas, para mi ha sido vital para su conciliación con su vida familiar: «He visto crecer a mi hija desde que nació compartiendo todo el tiempo posible con ella mientras trabajo, a diferencia de mis amigos y conocidos y el grueso de la población, que ven crecer a sus hijos durmiendo básicamente porque se levantan a ir a trabajar antes que los hijos despierten y cuando llegan de su jornada ya se encuentran durmiendo».

Otra ventaja es que, realmente, no tengo que trabajar desde casa. Lo único que necesito es una conexión a internet, por lo que si en algún momento necesito estar en otro sitio, puedo seguir trabajando sin ningún problema. Hay gente que lleva esto al extremo y va trabajando distintas temporadas en otros países (debo admitir que si no tuviera a mi hija de 6 años lo haría).

Para mí, lo mejor es el silencio. Y poder evitar interrupciones cuando lo necesitas. Y la posibilidad de elegir tu horario, dentro de unos límites razonables, para conciliar con la vida personal (...). Poder vivir donde quieras, trabajando para empresas de primer nivel, es lo mejor del teletrabajo en sí. Y diariamente ahorras mucho tiempo y dinero en desplazamientos.

Las ventajas, sin embargo, pueden ser también riesgos encubiertos. «Brutalmente bueno porque no tengo horarios y tengo mucho tiempo libre», debo añadir que «si bien es cierto que puedo gestionar mi tiempo, al final, siento que trabajo más horas que si fuera un horario fijo por cuenta ajena, porque también tienes la absurda culpabilidad de que siempre podrías estar adelantando algo, y a veces no desconectas».

Estar fuera de la oficina, aunque los trabajadores se conecten a través de diversas herramientas, puede provocar también cierta sensación de aislamiento, que es algo que señalo siempre: «lo peor es la falta de contacto con compañeros para “lo irrelevante”, la pausa del café. Estando a distancia, programas una reunión para un tema de trabajo concreto, pero no se tienen esos espacios de camaradería que se generan en un ambiente de trabajo tradicional.

Bendito sea el beneficio de no tener que verle la cara larga a nadie, si alguien llega al trabajo mal humorado (peor si es el jefe el que llegó con cara de pocos amigos) se genera un ambiente de tensión en la zona y esto hace que la productividad disminuya, sin mencionar el hecho que el tema de la música es un factor determinante para votar a favor del teletrabajo, puesto que en tu casa pones la música que quieras, eso te ayuda a concentrarte, animarte y trabajar como «bestia» en el buen sentido de la palabra (si lo llega a tener)

Para finalizar quiero mencionar que además de la mejora en la calidad de vida, ya que no gastas 2 horas en ir y otras 2 horas en volver a casa, si vives en una ciudad grande esto se convierte en un dolor de cabeza, aporta a la movilidad, al medio ambiente y a nuestra propia salud.

Qué pasaría si sacáramos de la calle tiempo completo o parcial o desfasar los horarios de todas las personas que trabajan en tareas que no requieren presencia física?

El mundo volvería a una armonía que perdió con el progreso desmesurado.