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6 lecciones de la fundadora de Theranos que ahora está en la quiebra
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Theranos

6 lecciones de la fundadora de Theranos que ahora está en la quiebra

Ahora sabemos que Theranos no tenía un liderazgo brillante o tecnología de avanzada, solo una gran cantidad de inversionistas crédulos.

La alguna vez emprendedora favorita de la comunidad tecnológica, Elizabeth Holmes es ahora un ejemplo de lo que puede salir mal cuando los no saben lo que hacen. Holmes cofundó Theranos con Ramesh Balwani. La compañía esperaba desarrollar una tecnología que pudiera analizar muestras de sangre de manera rápida y económica.

El objetivo era crear un tipo de computadora que fuera esencialmente un laboratorio de sangre en miniatura, capaz de determinar si los pacientes tenían enfermedades como la diabetes o el cáncer. Theranos se asoció con Walgreens y el Departamento de Defensa de Estados Unidos para llevar esa tecnología a las masas.

Sin embargo, resultó que la compañía estaba operando sobre una base de mentiras y verdades a medias que han hecho que la antigua consentida de Silicon Valley se convierta en una historia de advertencia. El 14 de marzo, la Comisión de Seguridad e Intercambio presentó cargos contra Holmes y Balwani, alegando que habían engañado intencionalmente a inversionistas y socios comerciales.

Ahora, en lugar de servir como una fuente de inspiración imperecedera, la historia de Holmes ofrece a los hombres y mujeres de negocios seis lecciones de advertencia de las cuales aprender cuando se construye una empresa.

1. Los consejeros talentosos son inútiles si no eres honesto

Theranos formó una junta directiva estelar con algunos de los líderes más respetados de todos los ámbitos de la vida. Entre los ejecutivos se encontraban George Shultz (ex Secretario de Estado), James Mattis (el actual Secretario de Defensa) y Dick Kovacevich (ex CEO de Wells Fargo).

Sin embargo, a pesar de rodearse de mentores sobresalientes, Holmes no pudo beneficiarse de sus consejos. Como se ha alegado en una serie de informes, Holmes mantuvo a los empleados y asesores en la oscuridad sobre los desafíos que enfrentaba su organización.

Como ella no era honesta con su junta directiva, no pudo beneficiarse de su experiencia. Aunque discutir los errores y las fallas puede ser incómodo para los empresarios impulsados a tener éxito, los líderes están obligados a buscar asesoramiento cuando las cosas van mal. Hacerlo redunda en el mejor interés de la organización, sus empleados y sus inversionistas.

Si Holmes hubiera elegido recurrir al consejo de sus directivos, podría haber sido capaz de evitar el desastre.

2. La transparencia es clave para asociaciones comerciales sólidas

La Comisión de Seguridad y Cambio (SEC, por sus siglas en inglés) alega que Holmes engañó a los socios comerciales como el gigante de la farmacia Walgreens. Holmes afirmó que el minilaboratorio de Theranos era capaz de evaluar aproximadamente 200 enfermedades. El informe de la SEC muestra que, en realidad, el dispositivo podría detectar aproximadamente 20 enfermedades.

Quizás esta es la razón por la cual Walgreens decidió demandar a Theranos por 140 millones de dólares en 2016, alegando incumplimiento de contrato. Aunque las partes llegaron a un acuerdo extrajudicial, parece claro que Holmes engañó a sus socios comerciales y les hizo creer que su compañía era capaz de proporcionar servicios que estaba a años de poder brindar. Legalmente, este tipo de tergiversación se conoce como fraude.

La única forma de entrar en una asociación comercial es con total transparencia. Todo lo que no sea así condena al fracaso la relación en el momento en que la verdad sale a la luz. Después de todo, las relaciones comerciales son como cualquier otra: prosperan sobre la base de la verdad.

3. La obtención de capital no es una panacea

En 2010, Theranos recaudó 45 millones de dólares en capital de inversión. En los siguientes ocho años, la compañía recaudaría un total de 400 millones. Muchos empresarios cometen el error de suponer que la obtención de capital resolverá los desafíos más significativos de una empresa.

El pensamiento es el siguiente: si no encuentras un mercado de productos adecuado, seguramente más dinero te ayudará a contratar a los ingenieros y gerentes de productos necesarios para solucionarlo. Si no estás alcanzando tus objetivos de ventas, más dinero te permitirá contratar a un vicepresidente de ventas con experiencia al tiempo que conservas a los vendedores existentes. Si no está captando la atención de la prensa, levantar una ronda grande de fondos mostrará los medios que vale la pena ponerle atención a tu marca.

Sin embargo, lo cierto es que recaudar capital de inversionistas también puede exacerbar los problemas existentes, especialmente si están relacionados con la cultura de la empresa o con fallas en el liderazgo. Theranos debería servir como ejemplo para otros empresarios de que el capital no es una solución. Antes de establecer una relación con los inversionistas, los líderes empresariales deberían primero asegurarse de que los fundamentos de su negocio sean sólidos.

4. El público ama a los líderes que se disculpan públicamente

Elizabeth Holmes eludió sus responsabilidades como líder de una organización que supuestamente se centraba en ayudar a las personas de forma económica llevar vidas más saludables. Ella parece haber creado intencionalmente una organización altamente secreta que operó en las sombras del mundo de la tecnología durante aproximadamente 10 años. En el camino, manipuló a inversionistas, socios comerciales y periodistas mientras ofrecía a sabiendas un producto que no era confiable.

Esta no es una receta para ganarse la confianza del público en general. Como regla, las personas prefieren líderes que admiten cometer errores y que asumen la responsabilidad de sus acciones cuando se producen errores.

A diferencia de Elizabeth Holmes, está Mark Zuckerberg, que dirige Facebook. Después de darse cuenta de que su organización cometió un grave error al no reaccionar adecuadamente a una violación de datos de sus consumidores, asumió toda la responsabilidad de las acciones de su marca, sacando anuncios de página completa en periódicos pidiendo disculpas a los usuarios de Facebook.

5. Falla rápido o fallarás grande

Como se mencionó anteriormente, Holmes optó por operar en «modo sigiloso» durante casi 10 años de la historia de su compañía. Al elegir operar en secreto y retener información importante de empleados y asesores, Holmes puede haber perdido su oportunidad de fallar rápidamente. Como resultado, ella y su compañía fallaron en grande.

Si Theranos hubiera operado con más transparencia, es concebible que la organización hubiera podido resolver algunos de los problemas que ocasionaron que la compañía no ofreciera lo suficiente más adelante.

En lugar de operar en secreto hasta que la organización sea 100 por ciento exitosa, los empresarios deberían adoptar la metodología Lean-Start conocida como «construir, medir, aprender». Este marco alienta a los emprendedores a crear un negocio que construya productos rápidamente, mida el resultado del producto en cuestión y aprenda de los resultados.

La aplicación de este marco requiere operar abiertamente, donde los empleados pueden recopilar comentarios de los clientes y donde los líderes empresariales pueden informar a los colaboradores y asesores sobre el desempeño de la empresa de una manera honesta.

6. Lo que dices a los medios puede tener consecuencias legales

El primer punto de la demanda presentada contra Elizabeth Holmes por la SEC menciona que Holmes engañó intencionalmente a los miembros de los medios para representar falsamente la tecnología de Theranos.

Aunque exagerar su negocio es sin duda una parte generalmente aceptada de las relaciones con los medios, hacerlo para tergiversar intencionalmente una marca puede ser éticamente dudoso. En el caso de Theranos, parece haber sido hasta ilegal.

Holmes es acusada de utilizar los medios para engañar a los inversionistas, socios y clientes de Theranos. Los emprendedores deben ser conscientes de cómo usan los medios. Promover tu negocio es una cosa; decir mentiras directas para atraer la atención de la prensa o salvar la cara es otra.

Los emprendedores que luchan por construir un negocio exitoso podrían encontrarse fácilmente en situaciones similares a las que enfrentó Elizabeth Holmes cuando construyó Theranos. Los lectores deben recordar que la integridad de uno es probada durante los momentos de lucha.

Cuando los tiempos se ponen difíciles, en lugar de optar por el engaño y la manipulación, debes apostar por la transparencia. Acercarte a tus asesores, socios y empleados para pedir consejo y ayuda a menudo es la mejor manera de superar las dificultades profesionales.